La música, junto con la comida, el sexo y las drogas, es uno de los elementos que produce más sensaciones y placer en el ser humano. Libera dopamina en el cerebro, un neurotransmisor que aumenta la frecuencia y presión cardiaca, regula el sueño, la atención y la actividad motora.
Un estudio realizado por la Universidad de Florida sugiere que la música es el estímulo humano que más partes del cerebro activa; la corteza prefrontal, el cerebelo, el lóbulo temporal, corteza frontal izquierda, cerebelo derecho, área de Wernicke, área de Broca y la corteza visual.
El poder de la música en el cuerpo humano es infinito. Este estudio agrega que con el tiempo, escuchar música, puede mejorar el aprendizaje de idiomas, la creatividad y la felicidad.
De igual manera da a conocer los beneficios para la salud; calma la ansiedad, acelera la curación, aumenta el optimismo, calma el dolor y es usada como terapia en algunos desórdenes neurológicos como el Alzheimer, Parkinson, Síndrome de Tourette y el autismo.
La música además, previene el envejecimiento. El catedrático en neurología, el Dr. José Félix Massó, en una conferencia realizada en España sobre este tema, explicó que la música genera cambios cerebrales que pueden ser beneficiosos en el envejecimiento cerebral y recomienda que las personas desarrollen actividades como el baile, el canto o tocar un instrumento, pues esto les permite ganar motivación y estar más concientes de las limitaciones personales.
